martes, 1 de octubre de 2013

Batatal



Batatal


Parroquia:
San Isidro Labrador de Batatal 

Párroco Actual: Pbro. Erman Cano
Dirección: Parroquia Civil Ayacucho. Batatal
Teléfono: 0272-684 11 22         
Año de Fundación: 1961          
Patrono: San Isidro Labrador

Fiesta Patronal:
15 de Mayo

Horario de Misas
Lunes a Sábado:
De acuerdo a las intenciones.
Domingo:
08:00am
11:00am
03:00pm

Horario de bautizos:
Sábados a las 10:00am

Requisitos:
Fotocopia de la partida de nacimiento
2 padrinos
Charla pre-bautismal

Catequesis que ofrece:
Pre-bautismal
Primera etapa
Segunda etapa
Tercera etapa

Horarios:
Domingos 09:00am

Movimientos de apostolado:
Sociedad de Agricultores de San Isidro Labrador
Sociedad del Corazón de Jesús
Sociedad de la Virgen del Carmen
Sociedad de las hijas de María Inmaculada
Legión de María
Catequistas
Renovación Carismática  

Reseña Histórica:
No hay ningún género de dudas para pensar que la comunidad se formó en la montaña en medio de un clima lluvioso y frio pero, en el nombre de Dios Todo Poderoso. He ahí el predominio de la religión católica apostólica y romana desde los primeros tiempos. Así, pues, comenzó el fervor religiosos de las familias, las que hicieron posible la llegada de cuatro campanas de bronce que fueron donadas por los vecinos y una de ellas por Don José Miguel González. Estas repicaron, por primera vez, en 1893 desde el campanario de la pequeña capilla construida por los fundadores, en honor a San Isidro Labrador, patrono de Batatal. 

Providencialmente, el sonido de las campanas lleno de alegría a la comunidad, estigmatizando el mágico número 77, pues, justo se cumplían setenta y siete años de haber pisado la montaña los primeros hombres que poblaron a Batatal.
La visión eclesiástica de los distintos sacerdotes mejoro aquella construcción, dando paso, posteriormente a una moderna iglesia con su casa parroquial para bienestar de las autoridades eclesiásticas y de la feligresía.

La primera misión evangelizadora de los reverendos padres redentoristas data el 04 de marzo de 192 que congregó a toda la población y profundizo las bases de la fe cristiana. Se celebraron los primeros bautizos y matrimonios ma… vos de la comunidad marcando un hecho de grata recordación. Desde entonces ha oficiado: Álvarez, Uzcátegui, Berrios, Jerez, López, Montellano, Lara, Alcoberro, Martínez, Guijarro, Tobón, Torres, Julio Cesar León.

Muchos de estos sacerdotes promovieron las asociaciones religiosas, entre las cuales destacan:
Sociedad del Santísimo Sacramento, con devotas como: Flor Lugo de Gonzáles, Ramona González Bastidas, Tránsito de González, Amelia De Hernández, Parmenia García de Lugo, Oliva Ochoa de González, Esperanza González Gudiño, Sofía Delgado de Velásquez, Carmen Méndez de Hernández, Elvia Quintero de Graterol, Santos Martínez de Gonzales, Elvia Rosales de Delgado, Lourdes Graterol de Parada, Manuela Valladares de Delgado, Graciana Vidal Colmenares, Rosa Julia Bastidas de Gudiño, Belén Valladares de Pimentel, Angélica Bastidas de Andrade, Olga Bastidas García, Rosa García de García, Mélida Méndez de Castillo y otras.

Sociedad del Corazón de Jesús, con afiliados como: Melquíades Vidal, Excio José González, Expedito Antonio González, Manuel Vidal, Dionisio Mambel, Eleuterio Montaña, entre otros.
Sociedad de la Virgen del Carmen, con integrantes como: Jesucita de Vidal, María Mercedes Hernández, Antonia Quevedo de Perdomo, Rosa Quevedo, Mariana González, Italia Hernández M., Nancy Vidal de Mejía, Carmen M. de Valladares.   
Sociedad de las hijas de María Inmaculada, cuyas devotas son por lo general jóvenes de la parroquia como: Lizbeth Pírela, Dacelis Parada, Xiomara González, Ana Colmenares, María Ángel Bastidas, Mary Rangel G., Xiolian González, entre otras.
Sociedad de agricultores de San Isidro Labrador, aunque parezca mentira es la más reciente constitución y agrupa a devotos como: José Francisco González, Numa González, Darwin Parada G., Juan Bautista González D., Carlos González Ochoa, Cesar Parada G., Agustín Velásquez Delgado y Pompeyo González.

Parroquia Eclesiástica
Para el año 1961 acontece un hecho de gran trascendencia histórica. La Diócesis de Trujillo decide elevar a categoría de “Parroquia Eclesiástica” a la iglesia San Isidro Labrador, con jurisdicción en el ámbito de la “Parroquia Civil Ayacucho”, ceremonia para la cual asistió el Obispo en visita pastoral de tres días, que aprovecho para realizar el mayor número de confirmaciones en la comunidad.
Pero antes en su homilía exclamo: “¡Dios bendiga Batatal y se digne de conservarlo y mejorarlo social y moralmente, para bien y gloria de sus hijos, por los siglos de los siglos amén!”. Este hecho en el sector eclesiástico se produjo justo después de 23 años de haberlo oficializado el sector civil, como se precisa líneas arriba.
Desde el primer momento se arraigó con mucha fuerza la devoción a San Isidro, hasta el punto en que agradecidos con los favores, los productores del campo, cada año continúan la tradición montando grandes arcos de madera adornados con hojas de india, caña brava y bambalinas de colores, en las principales esquinas, done exhiben lo mejor de su cosecha. Y así, todos los 15 de mayo, durante la procesión de la imagen por las calles del pueblo, el sacerdote y algunas veces el obispo entrega su santa bendición a la producción agrícola, loa animales domésticos, el comercio y las familias. La fiesta de tres días va acompañada con explosión de fuegos artificiales, música en vivo y diversas competencias deportivas. Una festividad que está enraizada en el corazón de los hijos de Batatal, donde quiera que se encuentren teniendo presente ese día a su patrono, San Isidro Labrador como intercesor ante Dios Todopoderoso.
Y el pueblo fue creciendo en medio de las festividades religiosas.

Biografía del Patrono:
Nació en 1080 en Mayrit o Magerit, como lo llamaban los cronistas árabes al futuro Madrid, que entonces era una pequeña aldea. Santo español, patrono de la Villa de Madrid y de los agricultores.
Aunque no se tienen demasiados datos biográficos sobre el santo, parece ser que vino al mundo en el seno de una familia humildísima, poco antes de la reconquista de Madrid, en una casa situada donde en la actualidad se halla la calle de las Aguas. Quedo huérfano muy  joven y fue acogido como mozo de labranza por un ricachón de Madrid que se llamaba Vera; Isidro en el campo trabajaba con seriedad y durante los descansos se apartaba para rezar y no participaba en las conversaciones y actos deshonestos de los demás campesinos, gracias a su rectitud se ganó el aprecio de sus amos, lo cual comenzó a despertar la envidia de sus compañeros de trabajo. Sus compañeros, por envidia, lo acusaron varias veces ante el amo de abandonar el trabajo para dedicarse a rezar. Interrogado sobre el particular, no lo negó, pero hizo constar que todos los días ejecutaba todo lo que el amo le ordenara. El amo lo puso a prueba duplicando sus obligaciones. Isidro no se arredró y, como de costumbre, suspendía el trabajo en horas de oración y luego lo reanudaba con más ahínco. Al anochecer todo estaba terminado. Se decía que mientras el rezaba, los ángeles bajaban del cielo y trabajaban en su lugar.    
Cuando Alí, rey de Marruecos, atacó Madrid en 1110, Isidro hizo como muchos otros y se trasladó a Torrelaguna, donde continuó con el mismo género de vida, dedicada al trabajo y a la oración, que había llevado hasta el momento. Fue precisamente en la parroquia de esta localidad donde contrajo matrimonio con una joven llamada María, natural de Uceda, cuya dote matrimonial fue una heredad en su pueblo natal, lo que fue causa de que los esposos se establecieran allí para trabajar las tierras por cuenta propia; María compartía totalmente sus inclinaciones religiosas. Solo tuvieron un hijo. Cuando el niño creció los padres sintieron un vivo deseo de hacerse monjes. María se retiró a un eremitorio e Isidro se quedó solo.  
E Torrelaguna tuvo que trabajar para un rico propietario que en señal de agradecimiento le dio una pequeña parcela. Isidro era un buen agricultor y, después de la tierra del amo cultivaba la suya. Lo que conseguía lo dividía en tres partes, una para los más pobres que él, otra para la iglesia y otra para sus necesidades. Sus cosechas eran abundantes y despertaron la envidia de los demás agricultores, que lo acusaron ante el amo “Isidro tiene un trigal magnifico, porque no trabaja tus tierras todo el tiempo que debe”. El amo le tomó la palabra y le dejo la paja con muy poco grano. Pero el buen Dios multiplico el grano de Isidro que, como de costumbre lo dividió en tres partes.
En 1119, Isidro volvió de nuevo a Madrid, y entró a trabajar como jornalero agricultor al servicio de un tal Juan de Vargas. Estableció su morada junto a la Iglesia de San Andrés, donde oía la misa del alba todas las mañanas y, luego, atravesaba el puente de Segovia -las tierras de su patrón estaban del otro lado del Manzanares- para aprestarse al duro trabajo de roturar la tierra con el arado. Se dice de él que daba cuanto tenía a los menesterosos, y aún a las palomas hambrientas cedía las migas de pan de las que se alimentaba.
Con el correr del tiempo decidieron los esposos separarse para llevar una vida de mayor santidad; marchó así Isidro a Madrid, mientras María quedaba en Caraquiz consagrada al cuidado de la ermita, la cual barría y aseaba diariamente, al tiempo que pedía limosna para costear el aceite que alumbraba la imagen. La separación duró hasta la última enfermedad del santo, cuando María tuvo noticia por un ángel de la muerte de su marido. Corrió presta a la Villa y no se separó del lado de su esposo hasta que éste exhaló su último aliento en el año 1130. Luego volvió a Caraquiz y, después de unos años, también murió.
A Isidro, como pobre de solemnidad que era, se le enterró en el cementerio de la parroquia de San Andrés, en una tosca caja de madera sin cepillar. Transcurridos cuarenta años, como los prodigios de Isidro seguían corriendo de boca en boca, ante la insistencia del pueblo, se exhumó el cuerpo y se le dio sepultura en el interior del templo. Se vio entonces que, a pesar del tiempo transcurrido y de haber estado expuesto a las inclemencias meteorológicas, todavía se conservaba entero y de color tan natural como si estuviera vivo, prodigio que se ha podido comprobar en las múltiples traslaciones que de su cuerpo se han hecho.
Cuando Alfonso VIII vino a Madrid tras haber derrotado al moro en las Navas de Tolosa, ordenó que el cuerpo fuera colocado en un arca bellamente policromada con escenas de la vida de Isidro. La beatificación, pronunciada por Paulo V el 14 de junio de 1619, a instancias de Felipe III, fue acontecimiento largo tiempo esperado por el pueblo madrileño; para conmemorar el evento se celebraron grandes festejos, en el transcurso de los cuales se inauguró la plaza Mayor.
El 19 de junio de 1622, Isidro, que en la memoria del pueblo ya era santo, fue canonizado por el papa Gregorio XV, junto a Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier y San Felipe Neri. En 1657 el arquitecto fray Diego de Madrid comenzó a levantar la capilla de San Isidro -primer ejemplo del barroco madrileño-, aneja a la iglesia de San Andrés, destinada a contener la urna del santo, cuyo traslado se produjo definitivamente en 1669. El 4 de febrero de 1789, Carlos III ordenó que la urna fuera instalada en el antiguo Colegio Imperial, que pasó a llamarse entonces Iglesia Real de San Isidro, y que luego sería la catedral de Madrid.

Sectores que atiende:
Cachemira
Palo de los Hierros
Rio Blanco
Cerro de los Gudiños
La Pica
Tierra Negra
Jiménez
El Recodo
Rio Negro 

Actividades:

Misa de Aguinaldo:
Forman parte de la tradición navideña y es conocida en otros lugares como “misa de gallo” porque se celebra a las cinco de la mañana desde el 16 hasta el 24 de diciembre, proclamando el nacimiento del Niño Jesús. Un total de nueve ceremonias a las que asiste la feligresía con el entusiasmo de la música popular navideña.

Fiesta de los Reyes Magos:
En 1928 se inició la fiesta de los Reyes Magos, el 06 de enero, capitaneada por Marcos Antonio Delgado y amenizada por Escolástico Zambrano, Miguel Bastidas y DionicioMambel. Ellos organizaron aquella primera festividad, imprimiéndole un carácter vivencial con la representación de los tres reyes magos, quienes llegan a media mañana en la fecha indicada, montados a caballos, vestidos con llamativas túnicas de seda, coronas doradas llenas de escarcha y sus caras pintadas, cargando cada uno con su ofrenda para el Niño Jesús: oro, mirra e incienso, que entregan en la celebración de la misa central. Esta festividad se ha mantenido y ha perdurado hasta nuestros días como un atractivo de gran predilección.  

Niño Perdido:
Es otra de las tradiciones con profundo sentido religioso. Dicha celebración coincide con las festividades de la Candelaria, el 02 de febrero. En esta ocasión las familias llevan a la iglesia, en pequeñas mesitas adornadas con flores naturales, la imagen del Niño Jesús que estuvo acompañándoles desde navidad en sus pesebres hogareños. Y llevan también a sus pequeños hijos para que reciban la santa bendición en la misa concelebrada del día.

Serenata del Niño Jesús:
Esta se conoce como “Paradura” como es llamada en otras regiones; cuya ceremonia realizan las familias en sus hogares para pagar promesas por favores concedidos. Consiste en cánticos y rezos nocturnos, al son del cuatro, violín y tambor, en torno a la imagen del Niño Jesús. Por lo general se realiza desde el 25 de diciembre hasta poco antes de Semana Santa.  

Baile de San Benito:
En el marco de la fe y tradición popular destaca el baile de San Benito que ha resultado ser una de las más preciadas ceremonias que se realizan en los hogares, en agradecimiento por los favores concedidos. Se trata de oraciones, cantos y bailes típicos alrededor de una botella llena de miche (aguardiente de caña de azúcar) con lo cual se baña al santo y cuyo licor se reparte en copas entre los presentes. Jerónimo Delgado Palma fue uno de los más buscados y prestigiosos bailadores de San Benito. Se vestía con una camisa blanca, pantalón arremangado a la rodilla, cinta roja en la frente, un delantal de flequillos atado a la cintura y una bandera blanca con una cruz amarilla en el centro. Con el santo en el altar y la botella en el suelo comenzaba un frenético baile ondeando la bandera al ritmo del cuatro y tambores hasta el punto en que, sin darse cuenta los presentes, tumbaba la imagen expuesta en el altar para decir, en una pausa impregnada en silencio: “San Benito se encuentra borracho y se siente muy agradecido, amen”.






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