martes, 1 de octubre de 2013

Loma El Pabellón

Loma El Pabellón
Parroquia:
San Isidro Labrador         

Párroco Actual: 
Pbro. Miguel Ángel Rosales 
Dirección: Loma del Pabellón
Teléfono: 0424-743 79 30        
Correo Electrónico:
miguelangelpsjb@hotmail.com
Año de Fundación:
10 de Marzo del 2013
Patrono: San Isidro Labrador
Fiesta Patronal: 15 de Mayo

Horario de Misas
Lunes a Sábado: Misa en los diversos sectores de la parroquia
Jueves:
05:00pm
06:30pm   
Domingo:
08:00am
10:00am   
05:00pm
06:30pm

Horario de bautizos:
Sábados 03:00pm

Requisitos:
Fotocopia de la partida de nacimiento
2 padrinos
Charla pre-bautismal

Catequesis que ofrece:
Pre-bautismal
Primera etapa
Segunda etapa
Tercera etapa
Adultos
Catequesis a las parejas para la santificación de hogares           
Horarios: Sábados a partir de las dos de la tarde 

Movimientos de apostolado:
Sociedad de San Isidro Labrador
Legión de María
Cursillos
Sociedad de María Rosa Mística
Sociedad de la Virgen de Guadalupe
Sociedad de la Virgen del Carmen
Escuelas de Monaguillos
Coro Parroquial
Catequistas

Reseña Histórica:
Es una parroquia que nace de la vida parroquial en un trabajo en conjunto de las parroquias Santo Niño Jesús y la parroquia Nuestra Señora del Carmen; de esta manera para tener una mejor atención a las familias y a los sectores de las Lomas. Se decreta la erección de la parroquia eclesial San Isidro Labrador de las Lomas un 10 de Marzo del 2013, para poder dar respuesta a las necesidades de la pastoral en estas comunidades.

Párrocos que ha tenido: 
2013  Miguel Ángel Rosales 

Biografía del Patrono:
Nació en 1080 en Mayrit o Magerit, como lo llamaban los cronistas árabes al futuro Madrid, que entonces era una pequeña aldea. Santo español, patrono de la Villa de Madrid y de los agricultores.
Aunque no se tienen demasiados datos biográficos sobre el santo, parece ser que vino al mundo en el seno de una familia humildísima, poco antes de la reconquista de Madrid, en una casa situada donde en la actualidad se halla la calle de las Aguas. Quedo huérfano muy  joven y fue acogido como mozo de labranza por un ricachón de Madrid que se llamaba Vera; Isidro en el campo trabajaba con seriedad y durante los descansos se apartaba para rezar y no participaba en las conversaciones y actos deshonestos de los demás campesinos, gracias a su rectitud se ganó el aprecio de sus amos, lo cual comenzó a despertar la envidia de sus compañeros de trabajo. Sus compañeros, por envidia, lo acusaron varias veces ante el amo de abandonar el trabajo para dedicarse a rezar. Interrogado sobre el particular, no lo negó, pero hizo constar que todos los días ejecutaba todo lo que el amo le ordenara. El amo lo puso a prueba duplicando sus obligaciones. Isidro no se arredró y, como de costumbre, suspendía el trabajo en horas de oración y luego lo reanudaba con más ahínco. Al anochecer todo estaba terminado. Se decía que mientras el rezaba, los ángeles bajaban del cielo y trabajaban en su lugar.    
Cuando Alí, rey de Marruecos, atacó Madrid en 1110, Isidro hizo como muchos otros y se trasladó a Torrelaguna, donde continuó con el mismo género de vida, dedicada al trabajo y a la oración, que había llevado hasta el momento. Fue precisamente en la parroquia de esta localidad donde contrajo matrimonio con una joven llamada María, natural de Uceda, cuya dote matrimonial fue una heredad en su pueblo natal, lo que fue causa de que los esposos se establecieran allí para trabajar las tierras por cuenta propia; María compartía totalmente sus inclinaciones religiosas. Solo tuvieron un hijo. Cuando el niño creció los padres sintieron un vivo deseo de hacerse monjes. María se retiró a un eremitorio e Isidro se quedó solo.  
E Torrelaguna tuvo que trabajar para un rico propietario que en señal de agradecimiento le dio una pequeña parcela. Isidro era un buen agricultor y, después de la tierra del amo cultivaba la suya. Lo que conseguía lo dividía en tres partes, una para los más pobres que él, otra para la iglesia y otra para sus necesidades. Sus cosechas eran abundantes y despertaron la envidia de los demás agricultores, que lo acusaron ante el amo “Isidro tiene un trigal magnifico, porque no trabaja tus tierras todo el tiempo que debe”. El amo le tomó la palabra y le dejo la paja con muy poco grano. Pero el buen Dios multiplico el grano de Isidro que, como de costumbre lo dividió en tres partes.
En 1119, Isidro volvió de nuevo a Madrid, y entró a trabajar como jornalero agricultor al servicio de un tal Juan de Vargas. Estableció su morada junto a la Iglesia de San Andrés, donde oía la misa del alba todas las mañanas y, luego, atravesaba el puente de Segovia -las tierras de su patrón estaban del otro lado del Manzanares- para aprestarse al duro trabajo de roturar la tierra con el arado. Se dice de él que daba cuanto tenía a los menesterosos, y aún a las palomas hambrientas cedía las migas de pan de las que se alimentaba.
Con el correr del tiempo decidieron los esposos separarse para llevar una vida de mayor santidad; marchó así Isidro a Madrid, mientras María quedaba en Caraquiz consagrada al cuidado de la ermita, la cual barría y aseaba diariamente, al tiempo que pedía limosna para costear el aceite que alumbraba la imagen. La separación duró hasta la última enfermedad del santo, cuando María tuvo noticia por un ángel de la muerte de su marido. Corrió presta a la Villa y no se separó del lado de su esposo hasta que éste exhaló su último aliento en el año 1130. Luego volvió a Caraquiz y, después de unos años, también murió.
A Isidro, como pobre de solemnidad que era, se le enterró en el cementerio de la parroquia de San Andrés, en una tosca caja de madera sin cepillar. Transcurridos cuarenta años, como los prodigios de Isidro seguían corriendo de boca en boca, ante la insistencia del pueblo, se exhumó el cuerpo y se le dio sepultura en el interior del templo. Se vio entonces que, a pesar del tiempo transcurrido y de haber estado expuesto a las inclemencias meteorológicas, todavía se conservaba entero y de color tan natural como si estuviera vivo, prodigio que se ha podido comprobar en las múltiples traslaciones que de su cuerpo se han hecho.
Cuando Alfonso VIII vino a Madrid tras haber derrotado al moro en las Navas de Tolosa, ordenó que el cuerpo fuera colocado en un arca bellamente policromada con escenas de la vida de Isidro. La beatificación, pronunciada por Paulo V el 14 de junio de 1619, a instancias de Felipe III, fue acontecimiento largo tiempo esperado por el pueblo madrileño; para conmemorar el evento se celebraron grandes festejos, en el transcurso de los cuales se inauguró la plaza Mayor.
El 19 de junio de 1622, Isidro, que en la memoria del pueblo ya era santo, fue canonizado por el papa Gregorio XV, junto a Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier y San Felipe Neri. En 1657 el arquitecto fray Diego de Madrid comenzó a levantar la capilla de San Isidro -primer ejemplo del barroco madrileño-, aneja a la iglesia de San Andrés, destinada a contener la urna del santo, cuyo traslado se produjo definitivamente en 1669. El 4 de febrero de 1789, Carlos III ordenó que la urna fuera instalada en el antiguo Colegio Imperial, que pasó a llamarse entonces Iglesia Real de San Isidro, y que luego sería la catedral de Madrid.

Espacios:
La parroquia San Isidro Labrador Cuenta con tres capillas parroquiales, distribuidas en los sectores:
Loma de Mitimbis
Loma Isleta
Loma del Pabellón

Ministros Extraordinarios:
Señor Remigio Pérez
Teresa de Gudiño

Sectores que atiende:
Loma de Mitimbis - Las cavitas
Loma Isleta
Loma del Pabellón

Actividades:
Convivencias y retiros a nivel de catequesis
Obras parroquiales como: vendimias, rifas, y autogestiones.
Trabajo con los consejos comunales  para lograr la ayuda gubernamental en la elaboración del proyecto de la casa parroquial y demás áreas que conforman la misma.


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