Burbusay
Es
una de las parroquias del municipio Boconó, es un pueblo que limita por el
norte con Santa Ana de municipio Pampán-La Concepción del municipio Carache,
por el sur con San Rafael-San Miguel, por el este con San Miguel-La Concepción
de Carache y por el oeste con la parroquia Cruz Carrillo de los municipios La
Plazuela y Pampán.
Tiene
una superficie de 90 a 100km2 aprox. Su
altura es de 1630 msnm con una temperatura que oscila en 17 a 24º, su latitud
9024'N y su longitud 7016'0.
A
lo largo del tiempo, dicha entidad ha tenido diferentes nombres como: Burrusay,
Burusay, Burucay y el actual Burbusay, lugar donde vivían los indígenas y el
cual es un territorio “Cuicas” que significa "Tierra entre vientos"
En
el año 1547, el capitán Andrés Sanz somete a los indígenas, colonizando de esta
manera el pueblo de Burbusay en el que existía una ermita o capilla la cual fue
servida por el cura doctrinero y del orden franciscano el capitán gobernador
Juan Pacheco Maldonado, quien fue el encargado de mandar a construir las
primeras casas de tejas y tapiar (una pared con tablones llenos de tierra
pisada); Mas tarde se cambiaron a las de bajareque, carruzo montañoso y tejas,
finalmente se construyeron las casas de bloques y zinc que actualmente son las
vistosas en el pueblo.
Seguidamente
en 1549, el valle de Burbusay existía como una tribu organizada en el cual para
ese entonces poseía apreciaciones como cementeras, algodón, comestibles y
telas.
Al
principio el agua llegaba por acequias a las pocas casas que habían hasta que
se construyeron las tuberías, la electricidad no existía en el lugar, se usaban
mechurrios (potes de gasoil con mechas),
lámparas de kerosene y velas hasta que años más tarde llegó la energía
eléctrica a todo el lugar.
El
pueblo de Burbusay ha crecido con el tiempo, desarrollando la agricultura por
excelencia en la que se aplica el arado con bueyes ya que sus tierras son
empinadas; las cosechas de hortalizas
son: el repollo, pimentón, ajo, café, cebolla, batata, higos.
Nombre de la Parroquia Eclesial:
“San Antonio de
Padua”
Párroco Actual:
Pbro. Juan
Carlos Mendoza Montilla
Dirección: Calle José
Vicente Cegarra, diagonal a la Plaza Bolívar.
Teléfono: 0272-3237263.
Correo Electrónico:
san_antonio_burbusay@hotmail.com
Año de Fundación: 1790
Fiesta Patronal: 13
de junio
Horario de Misas:
Lunes a Sábado:
05:00 pm.
Domingo:
08:00 am.
10:00 am.
Horario de Bautizos
Sábados y
Domingos: 10:00 am.
Requisitos:
Partida de
nacimiento del niño.
Fotocopia de
C.I. de los padrinos (legible)
Asistir a la
charla pre bautismal el viernes anterior, a las 05:00 pm. (obligatoria)
Catequesis que ofrece:
I etapa: Paso de
la Luz.
Sábados 10:00 am
a 12:00 pm.
II etapa:
Primera Comunión
Sábados 10:00 am
a 12:00 pm.
III etapa:
Confirmación.
Sábados 02:00 a 04:00 pm.
Catequesis para
adultos.
Movimientos de Apostolado
Cofradía Del
Santísimo Sacramento
Ministros Extraordinarios
De La Comunión
Legión De María
Camino
Neocatecumenal
Cursillos De
Cristiandad
Coro Parroquial
Pastoral Juvenil
Cofradía Del
Divino Niño
Sociedades De
San Antonio
Santa Rosa
San Isidro.
Párrocos que ha tenido:
Desde 1995 hasta
hoy:
Pbros. Argenis
Torres
Walkelis Araujo
Gerardo Quintero
Raúl Ricardo
Ramírez
Ednodio Azuaje
Anderson Mejías
Juan Carlos
Mendoza (actual párroco)
Biografía del Patrono:
San
Antonio De Padua (13 de junio)
Predicador
y Doctor Evangélico. Año 1231
Nace
en Lisboa en 1195. Se llama Fernando. Antonio significa: defensor de la verdad.
Desde
niño se consagró a la Sma. Virgen y a Ella encomendaba su pureza. Visitaba al
Santísimo Sacramento en muchas iglesias y que era sumamente compasivo con los
pobres. En la juventud fue atacado duramente por las pasiones sensuales pero no
se dejó vencer y con la ayuda de Dios las dominó. Esta crisis de la juventud
que para otros es el principio de la vida de pecado, fue para él la ocasión de
buscarse un modo de vivir que lo preservara y así se fue a vivir a un
monasterio a los 17 años y dicen sus antiguos biógrafos que ya en aquellos años
llegó a un altísimo grado de santidad. Sus estudios preferidos eran los de la
Sagrada Escritura. Se dedicaba a la oración y al estudio pero vio que en aquel
convento estaban algunos que no eran tan santos como él lo deseaba.
Trabó
amistad con un grupo de franciscanos y quiso imitar a San Francisco. Para ello
se separó de los agustinos. A los 27 años se hizo franciscano y tomó el nombre
de Antonio en recuerdo de San Antonio Abad. San Francisco le dice: "Su
oficio es el de predicador" y por obediencia recorre pueblos y ciudades
predicando. Su predicación conmovía los corazones y transformaba las
voluntades. Las multitudes lo seguían. Cuando llegaron a Portugal los restos de
los primeros mártires franciscanos de Marruecos se entusiasmó Antonio por la
vida franciscana y consiguió ser admitido en ella. Pidió ir a Marruecos para
ser martirizado, pero el clima y el trabajo lo enfermaron. Se embarcó para
España pero una tempestad lo llevó a Italia. Allí y en Francia predicó
previniendo a la gente para que no se dejara engañare por los herejes
albigenses. Estuvo en el Capítulo de las Esteras cuando se reunieron todos los
franciscanos del mundo en 1221 y allí pasó inadvertido. Pidió a un franciscano
que le prestara su celda en una cueva en un monte y allí pasaba el día rezando
y haciendo penitencia. Se desmayaba de tanto ayunar. Pero su ciencia no era luz
para quedarse debajo del celemín. En 1221 el superior lo encargó de predicar un
sermón ante los religiosos que iban a ser ordenados sacerdotes y brilló de tal
manera su saber en aquel sermón que el provincial decidió dedicarlo únicamente
a predicar. Lo enviaron a la Romaña, provincia del sur de Italia cuya capital
era Ravena y que estaba infectada de herejes cátaros. Antonio empezó a luchar
contra ellos aprovechando el inmenso caudal de ciencia que había adquirido en
sus años de soledad y las reservas de fervor que había acumulado en sus años de
oración. En Rímini los herejes impedían que el pueblo acudiera a sus sermones.
Entonces acudió al milagro. Se fue a la orilla del mar y empezó a gritar:
"Oigan la palabra de Dios, Uds. los pececillos del mar, ya que los
pecadores de la tierra no la quieren escuchar". A su llamado acudieron
miles y miles de peces que sacudían la cabeza en señal de aprobación. Aquel
milagro conmovió a la ciudad y los herejes tuvieron que ceder.
Antonio
poseía todas las cualidades de un buen predicador: ciencia, elocuencia, un
formidable poder para conmover, gran deseo de salvar las almas y una voz sonora
y agradable que llegaba hasta muy lejos. Además estaba dotado del poder de
hacer milagros. Poseía una personalidad extraordinariamente atractiva, casi
magnética. Los pecadores caían de rodillas a sus pies. A donde quiera que iba
las gentes acudían en tropel a escucharle.
Bastaba
que empezara a predicar para que los pecadores comenzaran a conmoverse y los
indiferentes a entusiasmarse.
Horas
antes de que empezaran sus sermones ya las iglesias estaban repletas de fieles,
y muchas veces tuvo que predicar en las plazas porque en los templos no cabía
la gente.
En
Padua, todos lo amaban, y fue en esa ciudad donde principalmente logró ver admirables
frutos de su predicación. Las multitudes cambiaban de conducta de una manera
nunca antes vista, al oírlo a él. La paz volvía a los que estaban peleados y
muchos devolvían lo que se habían robado. Luchó fuertemente para que los que
prestaban dinero no cobraran intereses demasiado altos y obtuvo que a los
pobres no les echaran a la cárcel por deudas.
Cierto
día un descreído pidió al santo que le probara con un milagro que Jesús sí está
en la Santa Hostia. El hombre aquel dejó a su mula tres días sin comer, y luego
cuando la trajo a la puerta del templo le presentó un bulto de pasto fresco y
al otro lado a San Antonio con una Santa Hostia. La mula dejó el pasto y se fue
ante la Santa Hostia y se arrodilló.
Tenía
una gran devoción al Niño Jesús y se dice que logró contemplar en visión cómo
era Jesús cuando era niño.
Consumido
por el esfuerzo y la enfermedad sintió venir la muerte. Entonó un canto a la
Sma. Virgen y sonriendo dijo: "Veo venir a Nuestro Señor" y murió.
Era el 13 de junio de 1231. La gente recorría las calles diciendo: "¡Ha
muerto un santo! ¡Ha muerto un santo!".
Murió
de sólo 35 años y durante sus funerales se produjeron impresionantes
demostraciones de cariño de las gentes de Padua hacia él. La ciudad de Padua ha
conservado sus restos con enrome devoción durante más de siete siglos y le
construyó una bellísima basílica.
Le
hicieron una Basílica hermosa. León XIII lo llamó "el santo de todo el
mundo", porque su imagen y su devoción se encuentran por todas partes.
Fue
un evangelizador incansable y sigue haciendo mucho bien. Repetía que el gran
peligro del cristiano es predicar y no practicar, creer pero no vivir de
acuerdo con lo que se cree.
Es
más amado e invocado por el pueblo humilde que ve en él un protector de los
pobres y necesitados.
Dios
quiso glorificar su sepulcro obrando allí infinidad de milagros. El Papa
Gregorio XI lo declaró santo al año de muerto. Pío XII lo declaró "Doctor
Evangélico". La gente experimenta que él conmueve el bolsillo de los ricos
para ayudar a los pobres y consigue buenos matrimonios.
La
experiencia de cada día enseña que San Antonio no defrauda a los que le rezan
con fe. Es muy especial protector para encontrar objetos que se habían perdido.
Sectores que atiende:
Árbol Redondo
Las Travesías
El Campamento
El Hato
El Portachuelo
Bisnajá
Rosa Vieja
Los Pantanos
Las Mesas
Jumangal
Chejendeito
Mitán, Mesa
Adentro
Las Leonas
Las Pérez.
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